Cuando tienes un hijo, deseas hacer todo lo que esté a tu alcance para garantizar su seguridad y bienestar en todo momento. Como padre, es tu responsabilidad y deber cuidar de tu hijo pase lo que pase. Aunque no todos puedan expresar por qué, algo en nuestro interior cambia cuando nos convertimos en padres. Es como si este nuevo ser humano estuviera conectado de forma inexplicable a nosotros. En última instancia, este cambio se reduce a que la naturaleza nos insta a cuidar de estos pequeños seres humanos hasta que sean capaces de valerse por sí mismos. Al igual que ocurre con la mayoría de las especies del mundo, la madre naturaleza se asegura de que todos tengan una oportunidad justa en la vida. Cuando nos quitan esa oportunidad, puede resultar difícil recuperarse o superar la pérdida en el futuro.

El nacimiento
Janice estaba experimentando un gran sufrimiento. El proceso de parto se alargaba y era extremadamente difícil, y además esperaba dar a luz a gemelos, lo cual no estaba planeado. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, la situación cambió de manera repentina.

Había médicos y un equipo de enfermeras haciendo todo lo posible para ayudarla a dar a luz a los gemelos de la manera más segura. Durante el parto, se presentó una complicación en la que uno de los cordones umbilicales estaba dañando al bebé. La situación se volvió tensa, y nadie sabía qué ocurriría a continuación; era una cuestión de vida o muerte.