Hipopótamo enojado
Las personas lidian con los acontecimientos traumáticos de muchas maneras diferentes. Esta ciudad del siglo XIX decidió procesar su trauma colectivo afrontándolo de frente. Un carnaval viajaba por el campo y, durante una parada en un pequeño pueblo sin nombre, un hipopótamo se escapó y se volvió absolutamente salvaje. Esto tuvo consecuencias trágicas.
Por desgracia, el hipopótamo acabó matando a algunas personas y a gran parte del ganado del pueblo. En lugar de rechazar al hipopótamo y fingir que este trágico suceso nunca ocurrió, la ciudad adoptó al animal como mascota. Esto parece bastante raro y contradictorio, pero lo hicieron para venerar la ferocidad del hipopótamo. Es una forma extraña de sobrellevarlo, pero en cierto modo, lo entendemos.