Matthew Perry
Esperamos un cierto nivel de comportamientos autoritarios de los famosos: exigir que se les siente en un lugar determinado o que se les sirva una comida determinada (no disponible), o hacer espacio para todo su séquito. Por otro lado, hay cosas que ocurren todos los días que justificarían literalmente que cualquiera se enfadara. Entre estas ofensas están cosas como “encontrar insectos en tu comida en un lugar donde tuviste que pagar un buen dinero para conseguir ese regalo”.
Personalmente, me habría asustado muchísimo al encontrar un bicho en mi comida, y si Matthew Perry hubiera hecho lo mismo, no lo habría culpado ni un poquito. Que se limitara a pedir educadamente un plato nuevo en lugar de perder la cabeza no solo está por encima de lo que harían la mayoría de los famosos, sino que está por encima de lo que haría la mayoría de la gente normal.