#12: Sean Connery
Sean Connery, el hombre que hacía que el corazón de toda mujer se derritiera como un martini agitado, era la viva imagen de la frialdad con licencia para causar emoción. Con su suave porte y ese irresistible acento escocés, podía hacer que hasta las líneas más mundanas sonaran como poesía.
A muchos de nosotros, cuando cumplimos 30 años, nos entra una especie de miedo interno de que se nos haya pasado la fecha de vencimiento… Sin embargo, no fue hasta su gran oportunidad en James Bond en 1962, cuando tenía 32 años, que llegó a lo más alto. Claro que 32 años puede que no parezcan tantos ahora, pero cuando estás esperando tu gran oportunidad, parece toda una vida…