#2: Morgan Freeman
Morgan Freeman, el epítome de la gracia y la sabiduría, demuestra que las cosas buenas llegan a los que esperan o, en su caso, a los que florecen un poco más tarde de lo previsto. Ya sea interpretando a un sabio mentor, a un detective encantador o incluso a una abeja que habla (sí, has leído bien), Freeman nos cautiva con su magnética presencia y ese inconfundible brillo en los ojos.
Puede que ahora todos lo conozcamos y lo adoremos tanto a él como a sus actuaciones, pero Morgan Freeman saltó a la fama cuando ya tenía 51 años por su papel en la película Tiempos de gloria, en 1989. Así que, si estás preocupado por lo que vas a hacer con tu vida, no te preocupes… Si Morgan Freeman puede ser paciente, tú también.